Cantar, ser felices cantando como los pajaritos, es una facultad humana maravillosa. No hay dos voces iguales en el planeta y toda la especie humana lo puede hacer a la hora que quiera y donde quiera, hasta con tapabocas o como estamos hoy, cada quien en su nido sobrellevando esta cuarentena actual. Cantan los pájaros en las jaulas de los humanos, ¿Lo hacen a cambio de alpiste y agua? No, porque el canto de los pájaros, como su color, como su vuelo, son su vida.

Una de las esencias de nuestro trabajo artístico, educativo, lúdico, universal, es el canto con niños y niñas entre 6 y 12 años prioritariamente, aunque también lo hacemos con primera infancia y en general, todas las edades tenemos voz cantante. En la música, en cada canto, aparecen todo tipo de ritmos, melodías y contenidos que influyen en nuestro universo interior, que hacen un gran aporte al desarrollo de la niñez y los jóvenes y en general de toda la sociedad, ya que el cuerpo en su totalidad, no solo la voz, es el instrumento musical que vibra al cantar. También debemos decir que al escuchar música, también conmueve el cuerpo, la mente y el corazón.

Cantar en coro, nos ofrece la posibilidad de vibrar juntos, de sentir colectivamente la vida a través de la música. Cantar juntos nos lleva a pensar siempre que una nueva sociedad y un nuevo mundo son posibles, si lo hacemos juntos. Hoy no nos podemos abrazar, pero nuestras voces si pueden hacerlo. No importa si hoy lo debemos hacer solo virtual, no importa si afinados o no, es cantar. La primera opción es cantar juntos, el canto colectivo. Ya si queremos hacer un coro, es algo muy concreto donde todos debemos cantar igual, en el mismo tono, la misma melodía.

La invitación es a cantar como le salga del alma, a escuchar música, cantar y ser felices haciéndolo, a sentir y gozar una gran diversidad de músicas y cantos, para que nuestro oído, nuestra voz, nuestro cuerpo, nuestro corazón, se vuelvan universales y seamos mejores seres humanos y como los pajaritos que respetan y se gozan su árbol, nosotros volvamos a la naturaleza, la respetemos y la gocemos y mejor aún, cantando.

JULIAN RODRIGUEZ